Fosco Scarselli y su huella en el mundo del Bar.

La primera vez que escuché el nombre de Fosco Scarselli, inmediatamente se me vino a la cabeza el pensamiento de que alguien con un nombre tan elegante como aquel, debía tener una historia fascinante, y ahora les puedo asegurar, que no estaba equivocado. Tal vez muchos no hayan escuchado este nombre, pero seguramente si han oído hablar de una de sus grandes contribuciones al mundo de las barras, que lo perpetuaron en la memoria y también en los textos más importantes relacionados con el arte de ser cantinero; Es momento de engullir esta hermosa historia, así que saca el Gin, el Campari y el Vermouth del bar, que un Negroni va a ser el perfecto maridaje para esta travesía.

Fosco Scarselli, Un Hombre con sello de Hospitalidad.

Nacido en la Región de Toscana en Italia, fue un bartender con un gran recorrido, un bartender de esos que dedican gran parte de su vida a un bar, de esos que dejan huella por donde pasan y de aquellos que más que bartender, son psicólogos detrás de una barra. De acuerdo con la Rivista Gente en un artículo de 1962 describe a nuestro protagonista de la siguiente manera: “La figura ideal de un bartender: Confidente, psicologo… hechicero aprendiz en en la combinación de licores que reconcilia al hombre que saborea la vida”.

Fosco sabía que la labor de un bartender no era un trabajo como cualquier otro, el entendía que detrás de una barra exitosa siempre estaba un bartender que priorizaba el servicio por encima de  cualquier otro elemento, citando sus propias palabras entenderemos más sus premisas, “el trabajo de bartender no es cualquier trabajo, el bartender debe cambiar dependiendo del cliente que se pare frente a el. El debe adivinar el sabor y el animo que tendrá que brindar a su cliente… una especie de remedio o panacea contra los humores oscuros o para reversar la fortuna”.

Fosco Scarselli es una de las personas que dió prioridad y visibilidad a la importancia de la versatilidad del servicio, del conocimiento técnico y emocional de un bartender en base a los prospectos de cada cliente, este hombre sabía lo que hacía y no era de sorprenderse que quedara marcado en la historia.

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El Café Casoni y El Conde Negroni.

Era 1919, recién terminaba la primera guerra mundial, e Italia estaba coqueteando con el socialismo; Aunque en medio de esta coyuntura de ideales políticos y religiosos, muchos expresaban su inconformismo por medios artísticos, muchos otros lo conversaban y debatían álgidamente en lugares icónicos de la ciudad llamados “Café”, estos lugares eran frecuentados por personajes de la alta sociedad y turistas tanto ingleses como Estadounidenses, en estos establecimientos solían servir los mejores Espressos con sus variaciones, pero también era muy común brindar bebidas aperitivas, como Amaros y Vermouths, y algunos destilados a razón de digestivos.

Ahora ubiquemos a Fosco en esta historia, vamos a la región de Toscana, más exactamente en la ciudad de Florencia, una ciudad que mantiene el encanto y el esplendor del pasado, una ciudad que resalta por sus obras maestras de arte, los mármoles coloridos de sus iglesias y sus obras arquitectónicas, entre las cuales se encontraba el Café Casoni, hoy llamado Café Giacosa. Dentro de este bar nació uno de los cócteles preferidos por los cantineros de todo el mundo, el NEGRONI; Cuenta la historia que aquella esquina era una de las preferidas por nuestro segundo protagonista, el conde Camillo Negroni.

Entre la trayectoria del Conde Negroni habían muchos viajes por el mundo y hasta había sido vaquero y apostador, un día llega a la barra del Café Casoni y le dice a su buen amigo bartender Fosco Scarselli, que le hiciese un Americano (Bebida muy consumida en aquella época compuesta por Campari, Vermouth y club soda), pidiéndole que Irrobustire (Fortificara) su cóctel con Gin en lugar de club soda, aquel destilado no era para nada ajeno al Conde, ya que este se había enamorado del Gin en uno de sus muchos viajes a Inglaterra;Como resultado de esta petición, haciendo uso de sus habilidades, Fosco hizo la variación y se la brindó al Conde, aquella bebida habría encantado al Conde, y este poniéndose de acuerdo con Fosco Scarselli, le darían el nombre de Negroni a su nueva creación.

Se puede leer en muchos de los escritos y declaraciones de Fosco, que el Conde podía tomar hasta 40 Negronis en un día,  incluso en una carta de 1920 remitida desde Inglaterra, aparentemente el Conde al estar enfermo, le piden que por favor no tome más de 20 Negronis al día!, cabe aclarar, que en aquella época según Luca Picci en su libro “Negroni Cocktail, an Italian Legend” nos deja claro que los Negronis se servían en copas pequeñas, quizas del tipo copa de Jerez.

Luego de crear lo que sería su firma para la posteridad, en 1932-1933, cuando el Café Casoni es vendido, Fosco pasa a trabajar ahora en el Club de Golf Ugolino, donde al igual que en el Café Casoni, mucha gente de la alta sociedad se reunía y tenía el placer de disfrutar sus bebidas; Fosco trabajó ahí hasta los 60’s, y creó otros cócteles como el “19th Hole” (Hoyo 19), y el “Mercedes”.

El año  despues de su muerte en Impruneta – Toscana, la Associazione Italiana Barmen e Sostenitori, presentó a Scarselli con una medalla que tenía escrito en ella “Para Fosco Scarselli, Genial preparador de Negronis. A.I.B.E.S”.

Si deseas aprender más de la historia de el cóctel que lo elevó a la fama visita este artículo La historia del Negroni

Así que la próxima vez que brindes con un Negroni, no olvides brindar por Fosco y su impecable hospitalidad, y recuerda como decía Ghandi “La mejor manera de encontrarse a uno mismo, es perderse en el servicio a los demás”.

¡SALUD!